Socialización en el entorno del tenista

Continuamos hablando sobre el gimnasio, donde los deportistas pasan gran parte de sus jornadas, particularmente los tenistas, que es en el momento donde potencian las cuestiones físicas, aspecto totalmente esencial  cuando se habla de un deporte de élite. Lo físico esta a la altura o es incluso mas importante que lo técnico, ya que el desgaste que generan las largas horas de partido puede ser muy grande, y si no se trabaja en el gimnasio, la competitividad se torna casi imposible.
En el gimnasio el tenista se somete a un proceso de “construcción de cuerpo” para poder adecuarse a las exigencias y demandas específicas del deporte. Logrando así un desempeño lo más eficiente posible dentro del terreno de juego. Para lograr esto el deportista debe tener una conducta responsable, constante, perseverante, ya que los entrenamientos y la preparación previa a los torneos son casi todos los días de la semana, y si el jugador desea llegar a lo más alto debe trabajar de esta forma.

Si comparamos este deporte con el boxeo, podemos utilizar una frase muy características de este último: “La pelea se gana en el gimnasio”. Esto hace referencia a lo que venimos marcando a lo largo de este texto, ya que sin dudas, y aunque parezca un poco repetitivo, el entrenamiento es lo más importante para triunfar en el mundo del deporte.
Pero el sacrificio no termina cuando uno sale del gimnasio o de la cancha. La exigencia se extiende profundamente en la vida privada y el entorno social del tenista. Se debe cumplir con una dieta estricta recomendada por un médico nutricionista (Variada y equilibrada en alimentos y nutrientes, haciendo un mínimo de 5 comidas al día de manera ordenada y fraccionada.  Y, adaptada al gasto energético del deportista). Además, está obligado a mantener horarios regulares porque el descanso adecuado es trascendente para dar un desempaño optimo en el día a día. Por último y no menos importante es la vida sexual del deportista, algo que también se debe tratar de disminuir ya que el desgaste físico hace que uno no rinda de igual forma dentro de la cancha.

Fuente: Texto "Lógica social del boxeo"